La Historia de La Sucia

La Leyenda de La Sucia es una de las más populares de Honduras, aunque también es muy conocida en otros países Centroamericanos y México, donde es conocida como  La Siguanaba. 
Por ser una de las leyendas más conocidas en el país, la historia de la sucia es también una de las más tergiversadas, cada región cuenta la historia a su manera, pero todas concuerdan en un mismo aspecto: La sucia es una figura tenebrosa que causa miedo a la mayoría de personas que conocen su historia.
La historia cuenta que La Sucia era una muchacha muy bonita que vivía con sus Padres, a los que siempre ayudaba en los trabajos de la casa, entre ellos lavar la ropa en el río.
Cuando la muchacha tenía 15 años, un joven bien trabajador y de buena familia se enamoró de ella y pronto fue a pedir la mano de la muchacha. Los Padres de ella aceptaron de inmediato pues sabían que era el mejor partido para su hija y se pusieron de acuerdo en la fecha del matrimonio.
El día de la boda, estando los novios en el altar el Sacerdote les solicitó que entregaran su fe de bautismo,  requisito que ella no pudo cumplir porque no estaba bautizada.
Ante el incumplimiento de este requisito, el cura se negó a realizar el matrimonio, esto a pesar de las súplicas de los familiares que solicitaban que en el mismo acto la bautizara y luego la casara.
Al no poder casarse con su amado, la joven entro en una profunda depresión que casi la llevó a la locura. Al verla en ese estado, su novio perdió toda esperanza de casarse con su amada y se olvidó de ella.
La muchacha, en su profunda tristeza decidió nunca quitarse su traje de novia, iba y venía a todos lados con él puesto. Un día que estaba en el río lavando la ropa, se enteró que su amado se iba a casar con otra.
La noticia fue el tiro de gracia para ella, el dolor que sintió fue tan grande que en ese mismo momento se volvió loca, y como si estuviera poseída por algún demonio salió corriendo dando horrendos gritos de dolor, se paró frente al acantilado y saltó al vacío muriendo al instante.  Se dice que desde entonces el espíritu de la muchacha vaga errante en busca de su enamorado.
Se cree que por esta razón se le aparece en los ríos y riachuelos vestida de blanco especialmente a los hombres tunantes que deambulan borrachos por estos sitios, aunque también suele espantar también a cualquier persona.
Para atraer a los hombres, la Sucia se presenta como una mujer hermosa o se transforma en la figura de la novia o enamorada del hombre que por andar borracho corre feliz hacia ella y cuando está cerca se convierte en un espanto horrible que enloquece al verla.
Se dice que también se aparece con su pelo hacia enfrente tapándose el rostro y la persona que logre verlo se vuelve loco.


Leyenda de La Llorona



Unas de las leyendas de Honduras más famosos es sin lugar a dudas la leyenda de “La Llorona”, son varias versiones de ésta historia las que se conocen en el país, aunque muchas veces la leyenda de la Llorona es confundida con la leyenda de La Sucia, cuando en realidad son dos seres totalmente diferentes.
La Llorona tiene la apariencia escalofriante de una mujer vestida de blanco, alta, delgada, de rostro cadavérico y larga cabellera negra que suele asustar a las personas en los ríos, quebradas y caminos solitarios, a los que casi vuelve locos con sus grandes carcajadas que en poco tiempo cambia por llanto desconsolado y gritos aterradores que repite por todo el camino ¿Dónde están mis hijos?
Algunos cuentan que la Llorona era una mujer común y corriente que vivía sola con sus tres hijos, porque su marido que era un borracho que los golpeaba los había abandonado. Pero un día que ellos no lo esperan el hombre decidió regresar a la casa.
Muy molesto porque nadie salió a recibirlo comenzó a gritar y a tirar todo lo que tuvo al alcance de sus manos causando un inmenso pánico en los niños quienes corrieron a esconderse. Ella, que no quería seguir siendo maltratada y para proteger a sus hijos se enfrentó a su marido, quién en un arrebato de cólera la empujó y ella cayó al suelo inconsciente.
Cuando despertó en la casa no estaban ni su marido ni sus hijos. Buscó desesperada por todos los rincones pero no los encontró y así pasó buscándolos por días, semanas, meses, y años, siempre se le veía correr bajo la lluvia, buscando a sus hijos llorando y gritando sus nombres por todos lados.

Toda su vida los buscó pero nunca los encontró hasta que un día murió de tristeza y aún después de su muerte nunca se supo nada de los niños ni del padre que se los llevó. Es por eso que se dice que el espíritu de ésa mujer es el que vaga por todos los rincones y no descansa en paz porque todavía anda buscando sus hijos. Por eso se le llama La Llorona porque en las noches se le escucha reír, llorar y gritar desesperadamente ¿Dónde están mis hijos?
Otras personas creen que La Llorona era una linda joven que siendo soltera salió embarazada y por su condición decidió no tener a su hijo y abortó. Pero al poco tiempo de haber abortado la mujer como si fuera un castigo de Dios comenzó a escuchar permanentemente el llanto de su hijo, el llanto de aquel niño que ella siempre escuchaba la volvió loca y comenzó a vagar por las calles queriendo encontrar paz pero nunca pudo dejar de escuchar a su hijo llorar por eso ahora ella vaga llorando y gritando por su hijo.






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